Hoy no me apetece cariño! es de las frases que mas se repiten en el terreno sexual en parejas estables; y es muy normal, siempre y cuando sea hoy y no siempre. El deseo sexual se ve alterado por muchísimas variables, las hormonas, el clima, el trabajo, la situación económica, los problemas familiares y cualquier tipo de dificultad personal en general...

El problema surge cuando adquirimos la costumbre de ceder ante cualquer dificultad y bloqueamos cualquier tipo de deseo, o ni nos planteamos sacarlo adelante, para dar prioridad a otra actitud, o actividad. En ese preciso momento no sólo cae nuestro nivel de actividad sexual, sino también nuestra actitud de seres sexuales y sanos.

La intervención en este problema consiste en permitir que la persona desarrolle sus deseos y sus fantasías al margen de las situaciones que le inquietan o bloquean, neutralizando la aparición de pensamientos recurrentes, y ayudando a focalizar la atención en las sensaciones y deseos que le causen placer. Las fantasías juegan un papel muy importante y liberador en el tratamiento de la falta de apetito sexual, aunque no son necesarias.